Mostrando entradas con la etiqueta Minerales. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Minerales. Mostrar todas las entradas

10 nov 2020

GUÍA PARA COLECCIONAR MINERALES (y III)



Termina con esta, las guía, publicadas anteriormente, de GUÍA PARA COLECCIONAR MINERALES (I) y GUÍA PARA COLECCIONAR MINERALES (II), con la intención de ayudar a posibles lectores son nuevos en la Mineralogía. Esperamos que os sea útili.



Esta es la lista de las secciones en la que está separada:


1. ¿COMO EMPEZAR?
2. BUSCAR INFORMACIÓN.
3. QUE SE NECESITA.
4. ¿DONDE Y COMO BUSCAR?
5. MINERALES MÁS COMUNES.
6. ¿COMO IDENTIFICAR?





6. COMO IDENTIFICAR

IDENTIFICACIÓN DE LOS MINERALES.

Todos los aficionados, principiantes y expertos, en algún momento hemos encontrado un mineral y nos hemos preguntado ¿que será esto? Actualmente, existen catalogadas más de 5000 especies minerales, por lo que identificar un mineral, puede parecer en un primera momento, una auténtica odisea, especialmente si eres principiante.

Como dato, de los 105 elementos primarios, tan solo 8 forman más del 99% de los minerales y rocas. Esto hace que un porcentaje muy alto de minerales son profusos. He aquí los elementos más abundantes en la corteza terrestre:


Como iniciado, no hay que preocuparse en exceso a la hora de identificar muestras. Se ha de tener en cuenta que de todas las especies, sólo medio centenar las podríamos considerar comunes, y si la pieza la has encontrado tu, la probabilidad de que se encuentre entre esas más comunes es muy elevada. Incluso de entre esas, existen entre unas 15 o 20 que son especialmente comunes, de entre las que se pueden englobar la Calcita, el Cuarzo o el Yeso.

INICIACIÓN.

Para la identificación de muestras, hay una serie de pruebas sencillas, las cuales nos sirven para acotan mucho, o precisar con exactitud que mineral tenemos entre manos. Cada mineral tiene unas características únicas que lo definen, y proporciona una “huella” bastante clara.

El material básico de gabinete, como se ha expuesto en el apartado “¿y en casa qué?”, ha de constar de los siguientes elementos, para comenzar a hacer pruebas a nuestra muestra:


-Una guía de minerales
-Un kit de dureza
-Un bote cuentagotas con ácido clorhídrico
-Un trozo de cerámica blanca no esmaltada
-Una lupa o triplete
-Un imán
-Una linterna o lámpara UV, opcional

PRUEBAS DE OBSERVACIÓN.
Se empieza por la observación sistemática de la pieza, para ver sus características principales, como su color principal, reflejo de la luz (Brillo), tipo de cristalización que presenta, exfoliación, si pesa mucho o poco, fractura, etc

El color de un mineral puede variar a causa de elementos que hacen de pigmentos. Por ejemplo, el Cuarzo presenta muchos matices según las impurezas, pasando de ser translució, blanco, rojo, morado, amarillo, verde, azul, etc... En cambio, existen otros cuya coloración es constante, como por ejemplo la Galena de color gris plomo, la Malaquita de color verde, la Azurita azul o el azufre amarillo.

El brillo es el aspecto que presenta un mineral cuando la luz se refleja en él, pudiendo ser completamente mate, o sea sin reflejo, a vítreo como el cuarzo, pasando por matices como sedoso, resinoso, nacarado, etc.

La exfoliación es la tendencia de algunos minerales a ser hendidos a lo largo de ciertos planos. Es decir, un golpe de martillo o la hoja de una navaja pueden exfoliar un mineral en planos perpendiculares. Por ejemplo la Halita, presenta una exfoliación cúbica, o la Mica, presenta una exfoliación perfecta en finas láminas.

La fractura describe como se rompe una pieza. Los minerales de escasa o nula exfoliación suelen presentar una buena superficie de fractura. Como ejemplo, el cuarzo presenta una fractura concoidea, el Cobre rugosa y la arcilla terrosa. Otras pruebas, haciéndolas con mucha precaución, puede ser el olor que desprende el mineral al golpearlo, calentarlo o rascarlo (Arsenopirita a ajo, o la Caliza bituminosa fétido), el sabor según su composición (Halita salado), el tacto (jabonoso del Talco o frío de la Plata), tenacidad (frágil, dúctil, elástico), etc.

Con estos primeros datos, podemos pasar a realizar unas pequeñas y sencillas pruebas.


PRUEBAS DE DUREZA.
La Dureza de un mineral, es la resistencia de este a ser rayado por otro material. Parta ello, se usa el método ideado por Friedrich Mohs (1773-1839), mediante la tabla de dureza que lleva su nombre. La escala va del 1 al 10, en la que cada número va asociado a un mineral, de forma que cada uno de ellos es capaz de rayar al anterior, pero no al siguiente.

Por ejemplo, un mineral de dureza 5, puede rayar la superficie de uno con dureza 3, pero jamás otro con dureza 6 o superior.

La escala Mohs es la siguiente:




La prueba en sí, no tiene mayor complicación, más que intentar rayar una parte poco importante de nuestra pieza, con cada uno de los utensilios, hasta determinar el valor aproximado de la escala en el que nos encontramos.

Nos podemos confeccionar un Kit de dureza con un trozo o moneda de cobre, un trozo de cristal, algo de acero o navaja, cuarzo y nuestra propia uña. También existen kits en el mercado, pero estos suelen ser caros, como ya hemos comentado.


PRUEBAS DE LA RAYA.
El color de la raya, consiste en “pulverizar” la muestra. Para ello se frota la pieza contra un trozo de porcelana blanca sin esmaltar. Esta presentará una franja con las partículas pulverizadas de un color determinado, que en muchas ocasiones, no tiene por qué coincidir con el color del mineral, ya que una especie mantiene el color de dicha raya constante. Esta prueba se puede hacer con piezas de hasta dureza 4 o 5.

Un ejemplo muy común es el de la calcita, que puede presentarse en colores naranja, rojos, incoloros, etc. Pero en la prueba, siempre dejará una raya blanca.

En todas las guías de minerales, encontraremos el color de la raya de una especie, para poder identificarla.


PRUEBAS DE SOLUBILIDAD.
Como cada especie mineral presenta una composición química única, esta podrá ser o no soluble en ácidos, e incluso en agua.

La prueba más sencilla, es comprobar con un poco agua en una zona poco importante de la muestra, si es soluble. De este tipo hay pocos minerales como la Halita o Yeso.

La siguiente prueba es hacerla con el ácido clorhídrico y se procede igual, con una gota en una zona poco importante, y comprobar si se disuelve o produce efervescencias.

Como se ha dicho no todos los minerales son solubles a este ácido, y algunos necesitarían de ácidos más fuertes, pero que para nuestras expectativas no serían necesarios tener en casa. Advertir que a pesar de que se usa solo una gota, es recomendable al manipular ácidos, hacer uso de guantes y hacerlo en sitios ventilados, ya que pueden producir vapores tóxicos e irritaciones en la piel.

Aquí se presenta una pequeña tabla, con la solubilidad de minerales comunes:




PRUEBAS DE FLOURESCENCIA.
Existen minerales, que por su composición, son fluorescentes bajo la luz ultravioleta. A pesar de que no son especialmente comunes, es una prueba vistosa e interesante, es por ello que la obtención de la luz UV se ofrece como una opción.


PRUEBAS DEL IMÁN.
Es tan simple como acercar el imán y comprobar se existe atracción o no. Esta prueba se realiza principalmente a piezas que presentan aspecto metálico, y determina si tienen un alto porcentaje de hierro en su composición.



INTERMEDIO.

Cuando ya se tiene cierta práctica con estas pruebas y podemos identificar los minerales más comunes, viene el siguiente paso, que es identificar otros menos comunes. Tener más experiencia a la hora de identificar minerales, y en ocasiones también las rocas que forman la matriz donde aparecen los cristales, facilita mucho el trabajo.

Es recomendable la lectura sobre las transformaciones de minerales por diferentes procesos químicos a partir de otros, series mineralógicas o procesos meteorológicos, ya que nos puede ayudar, al encontrar un mineral al lado del que no identificamos, da pistas sobre este.

En este apartado, vamos a ver una serie de pruebas adicionales muy útiles:


PRUEBAS DE LA LLAMA.
Es un experimento sencillo y puede resultar divertido. Consiste en tener una muestra pequeña de la pieza, y con unas pinzas la colocamos sobre la zona reductora de la llama de un mechero de alcohol o soplete de gas. Es entonces como veremos que la llama sufre un cambio de color.

El color producido es característico de los metales que componen la muestra, dando claves para reconocer el mineral. He aquí una pequeña lista de los colores que producen algunas substancias:



Color de la llama, según el elemento



PESO ESPECÍFICO.
El peso específico es una propiedad intrínseca y constante para un mineral de composición química determinada y depende básicamente de dos factores: De los átomos que lo componen y de cómo se empaquetan estos.

Como norma general, el peso específico de un mineral es el cociente entre su peso y el peso de un volumen equivalente de agua, normalmente a 4ºC.

Para esta prueba existen una serie de herramientas, algunas muy complejas: Balanza de Jolly, balanza de Penfield, balanza de Berman, Picnómetro, balanza Westfal, etc.



Pero para nuestros propósitos, basta con usar una balanza o báscula estándar. Basándose en el Principio de Arquímedes, colocamos un recipiente con agua en el que quepa la muestra sin que rebose y ponemos a cero la báscula. Luego pesar la muestra sumergiéndola pero sin que toque el fondo atada con un hilo (P agua). Como la densidad del agua es 1, se obtiene el volumen de agua desplazada en cm3. Luego se pesa al aire (P aire). Una vez realizados los pesajes, aplicar la siguiente fórmula:



Advertir que este método solo se puede aplicar cuando la pieza es toda ella del mismo mineral. El valor P.e. que obtenemos es orientativo.

A continuación se muestra una tabla con algunos Pesos Específicos:




ENSAYOS QUÍMICOS.
Estos ensayos, consisten en determinar las sustancias que componen una muestra, teniendo en cuenta cómo reaccionan con otras sustancias.

El primer paso, será encontrar los reactivos, los cuales en ocasiones son difíciles de localizar. Existen varias tiendas especializadas, que también sirven a través de internet. Otras sustancias pueden ser localizadas en droguerías. Y si no, podéis preguntar por las tiendas especializadas más cercanas a vuestra localidad.

Para manejar los reactivos, además de guantes, también necesitaréis material de laboratorio como tubos de ensayo, porta muestras con pocillos, pipeta, etc. A continuación os transcribimos los más usados:


Diferenciar Calcita de Aragonito(I).
Pulverizar el mineral y poner en un tubo de ensayo con un poco de agua destilada y 10 gotas de nitrato de cobalto al 10%. Se calienta la mezcla con un mechero dejándola hervir durante 2 minutos. Si es calcita, la solución no cambia de color, mientras que si es aragonito, se vuelve violeta-rosada.


Diferenciar Calcita de Aragonito(II).
En primer lugar hay que preparar una solución con 11 gramos de sulfato de manganeso en 100 ml de agua destilada. Se añade 1 gramo de sulfato de plata y se hierve para que sature con plata. Añadir un par de gotas de una disolución de sosa caústica en agua (1 cucharada en medio vaso de agua) y se deja reposar. lo filtramos para evitar la turbidez y lo guardamos en un bote opaco (en su defecto, lo podemos guardar en cualquier bote y envolverlo con papel de aluminio).

Introducir nuestra muestra en la solución durante 10 minutos, si se pone negra, es aragonito y si no cambia de color, es calcita.


Diferenciar Pirita de Marcasita.
Pulverizar 1 gramo del mineral y añadirle 3 centímetros cúbicos de ácido nítrico en un tubo de ensayo. Se genera una reacción que deposita vapores nitrosos de color rojizo en las paredes del tubo de ensayo (esto lo producen todos los sulfuros). Dejarlo reposar un rato y posteriormente calentarlo con un mechero. La pirita se disuelve mientras que la marcasita forma una especie de esponja de color pardo.


Diferenciar Calcita de Dolomita.
Sumergir la muestra un par de minutos en una solución caliente (70 - 80 ºC) de nitrato de plata al 10%. Se lava con agua destilada y se sumerge en una solución de cromato potásico al 10% también (no es necesario que esté caliente) durante 1 minuto. La calcita y el aragonito toman un color pardo, mientras que la dolomita no cambia de color.


SISTEMA CRISTALINO.
Una de las características más sorprendentes de los minerales, es sin duda su forma cristalina o su cristalización. Estas delatan de forma evidente su estructura atómica. Esta es distinta en cada mineral y depende directamente de cómo se entrelazan los iones de cada elemento que lo componen.

Por ejemplo, El grafito es un mineral compuesto de Carbono puro, es blando, de aspecto bituminoso y color negro. Mientras que el Diamante, con la misma composición es el mineral más duro, transparente y brillante. Lo que les diferencia es su estructura, debido al origen geológico distinto.

Por norma general, los cristales perfectos son raros, ya que la gran mayoría se encuentran en grandes masas irregulares y de pequeños cristales. El método de reconocer a que sistema cristalino perteneces, pasa por equipos de aumento y ensayos químicos complejos. Los cristales al ser tridimensionales, se pueden clasificar según las intersecciones de sus tres ejes, es decir las líneas imaginarias que pasan por el centro geométrico de un cristal. De esta forma obtenemos siete de los siguientes sistemas cristalinos:


Cúbico.
Tres ejes de igual longitud, que se cortan en Angulo recto 90º. (Pirita)


Tetragonal.
Tres ejes perpendiculares entre sí, dos de ellos de igual longitud. (Calcopirita)


Hexagonal.
Tres ejes horizontales de igual longitud a 120º y un cuarto eje vertical más corto o más largo a 90º (Cuarzo)


Trigonal.
Tres ejes iguales, y sus ángulos difieren 90º. (Calcita)


Ortorrómbico.
Tres ejes perpendiculares entre sí 90º, dos de ellos de igual longitud. (Olivino)


Monoclínico.
Tres ejes perpendiculares entre sí, todos de distinta longitud. (Aragonito)


Triclínico.
Tres ejes de longitud diferente que se cortan oblicuamente. (Amazonita)


No Cristalino.
No presenta cristalización clara al encontrarse en estado líquido. (Mercurio)




CLASICFICACIÓN POR CLASE.
Como ya se ha visto, cada mineral tiene una composición única. Por tanto según la combinación de la composición química, proporcionan una clasificación lógica. Esta clasificación fue creada en 1938 por el minerólogo alemán Karl Hugo Strunz (1910-2006) y ajustada posteriormente en 2004 por la International Mineralogical Association (IMA). Ha ido sufriendo distintas modificaciones, según las investigaciones. Actualmente son las siguientes:


Clase I: Elementos Nativos.
Grupo poco numeroso de minerales formados por una sola especie de átomos que se encuentran en la naturaleza en estado nativo. Se subdividen en Metales, Semimetales y No Metales.


Clase II: Sulfuros y Sulfosales.
Los sulfuros son minerales formados por la combinación del azufre con metales y semimetales. Las sulfosales son sulfuros complejos en los que intervienen el arsénico, el antimonio y el bismuto.


Clase III: Halogenuros.
Minerales de composición química sencilla, formados por la unión de flúor, cloro, bromo y yodo con metales.


Clase IV: Óxidos e Hidróxidos.
Los óxidos son compuestos en los que el oxígeno está combinado con 1 ó más metales. Predomina en estos compuestos, el enlace iónico. Los Hidróxidos son aquellos óxidos en los que el hidrógeno ocupa el lugar de uno de los dos metales no equivalentes.


Clase V: Carbonatos, Boratos y Nitratos.
Los nitratos están formados por un grupo reducido de minerales que poseen el grupo aniónico NO3.Los carbonatos son los compuestos de carbono y oxígeno que tienen como unidad estructural fundamental el complejo aniónico CO3. Se diferencian el grupo de la calcita, el grupo del aragonito, el grupo de la dolomita y los carbonatos monoclínicos con (OH).


Clase VI: Sulfatos, Cromatos, Molibdatos y Volframatos.
Comprende los minerales cuya fórmula contiene el radical SO4, incluyendo también los que contienen WO4, y MoO4. Generalmente sus cationes son Fe, K, Na, Cu, Mn, Al, Ca. Entre los sulfuros anhidros más importantes se encuentra el grupo de la baritina, y de los sulfuros hidratados, el yeso es el más abundante e importante.


Clase VII: Fosfatos, Vanadatos y Arseniatos.
Los Fosfatos son minerales que tienen como grupo estructural el anión (PO4)3. Todos los fosfatos están construidos con este anión fosfato complejo como unidad estructural fundamental. Si en lugar de fósforo, hay arsénico o vanadio los minerales son Arseniatos y Vanadatos.


Clase VIII: Silicatos.
La clase mineral de los Silicatos comprende casi un tercio de los minerales conocidos y cerca del 40% de los más corrientes. Son los minerales formadores de las rocas ígneas y estas constituyen más del 90% de la corteza terrestre. Los Silicatos son compuestos de O, Si y Al, en los que la unidad estructural fundamental consta de un átomo de silicio unido a cuatro átomos de oxígeno, dispuestos a su alrededor como los vértices de un tetraedro.


ENSAYOS MICRO-QUIMICOS.
Si el mundillo de los ensayos químicos os gusta y se quiere seguir avanzando en ellos, necesitareis un microscopio, una serie de reactivos, y os recomiendamos que busquéis en internet un artículo sobre este tema del experto Cesar Menor Salván, el cual están explicados paso a paso y de manera sencilla como hacerlos.


AVANZADO.



En este punto habremos identificado un porcentaje muy elevado de las muestras. Pero hay un pequeño número de estas que generan dudas, o simplemente no se tiene ni idea.

Para esta minoría que se escapan de nuestras manos y no disponemos de herramientas y equipos sofisticados para la identificación, la única alternativa que nos queda, es acudir a laboratorios especializados en los que aplican métodos de espectroscopia, difracción de rayos X, o determinar la composición por el peso molecular.


Equipo de Difracción de Rayos X

Antes de acudir a uno de estos laboratorios, hay que decir que estos análisis no son baratos, por lo que se tiene que valorar bien si vale la pena hacer estas pruebas. Tal vez descubramos una nueva especie, o tal vez malgastemos ese dinero.

Podéis buscar información de estos sitios en Universidades, Laboratorios de geología, instituciones gubernamentales, Institutos geomineros, laboratorios químicos, etc.


Espectrometría de Biotita




ENLACES Y BIBLIOGRAFÍA.

Instituto Geominero de España.

Mercadillo de Minerales y Fósiles de Madrid.

Foro de Mineralogía Formativa.

Grupo Mineralogista de Madrid

Grup Mineralògic Català

Grupo Mineralógico Mulhacén

Bocamina.es

Asociación Mineralógica Aragonito Azul.

Mineralogía Topográfica Ibérica.

Grupo Mineralógico de Alicante.

Speleominas.com.





Con esta publicación termina esta breve guía. Esperamos que os haya sido de utilidad. si quereís conslutar las anteriores, podeis ir a, GUÍA PARA COLECCIONAR MINERALES (I), o GUÍA PARA COLECCIONAR MINERALES (II).



Esperamos que os haya gustado esta publicación. Si es así, no dudes en compartirla.

© Se permite reproducción total o parcial de este contenido, siempre y cuando se reconozca la fuente de información utilizada y se incluya el enlace a este artículo.

Equipo Xanur©2020.


GUÍA PARA COLECCIONAR MINERALES (II)



Continuamos con la guía, publicada anteriormente, de GUIA PARA COLECCIONAR MINERALES (I), con la intención de ayudar a posibles lectores son nuevos en la Mineralogía. Esperamos que os sea útili.



Esta es la lista de las secciones en la que está separada:


1. ¿COMO EMPEZAR?
2. BUSCAR INFORMACIÓN.
3. QUE SE NECESITA.
4. ¿DONDE Y COMO BUSCAR?
5. MINERALES MÁS COMUNES.
6. ¿COMO IDENTIFICAR?


4. ¿DÓNDE Y CÓMO BUSCAR?

NORMAS Y RIESGOS EN LA BÚSQUEDA DE MINERALES.

La búsqueda de piezas es lo que mantiene viva la pasión por coleccionar minerales. A casi todos los coleccionistas les gustan salir al campo a recoger sus propias muestras. Pero hay que tener en cuenta algunas normas básicas para no tener desagradables sorpresas. Como cualquier actividad al aire libre, la búsqueda de minerales presenta riesgos que no deben tomarse a la ligera.

Por ejemplo, penetrar en pozos y galerías abandonadas requiere del equipamiento de seguridad y la planificación adecuados, así como tener conocimientos y una buena forma física; no son actividades que se puedan ejercer de cualquier modo. Asimismo, la visita de explotaciones a cielo abierto presenta riesgos no menos importantes. Lamentablemente en alguna ocasión se han producido accidentes que han llegado a tener consecuencias fatales. Lo mejor para iniciarse en las salidas de búsqueda es afiliarse a alguna asociación que las organice y siempre debe uno guiarse por el principio de prudencia, sentido común y realizar las salidas en grupo.

Debe tenerse en cuenta que, si la mina está en actividad, no será posible acceder a las labores sin el correspondiente permiso, asimismo necesario para el acceso a fincas privadas.

Carteles Informativos de diferentes Explotaciones
Otra regla que se ha de cumplir por el bien de todos, y que lamentablemente no se cumple siempre, es el respeto a la naturaleza: no arrojar basuras ni dejar residuos tales como botellas o pilas gastadas. Es muy descorazonador encontrarse en las minas deshechos que son fácilmente transportables al exterior. También hay que evitar realizar destrozos innecesarios al extraer las piezas, y menos aún expoliar los yacimientos. Nosotros no somos partidario de extraer aquello que para sacarlo haya que provocar un daño excesivo o no haya la seguridad de extraer la muestra sin estropearla.

Otro problema y no menor se presenta cuando se pretende recolectar piezas en zonas incluidas en alguna figura de protección de la naturaleza o del patrimonio histórico. En estos casos suele estar prohibida la recolección de minerales, por lo que su extracción implicará la correspondiente sanción. Es conveniente informarse antes de ser multado.

Sin embargo, hemos de reconocer que la actitud de algunos “coleccionistas”, que son más expoliadores que otra cosa, no ayuda al reconocimiento que esta afición merece, por su interés científico. Muchos minerales y yacimientos han sido citados y descubiertos para la ciencia por primera vez por coleccionistas aficionados. Asimismo, han podido recuperar piezas de yacimientos que actualmente son inaccesibles debido a que el acceso se ha vuelto impracticable. Esto es algo que se olvida con mucha facilidad, por lo que las críticas que a veces se reciben provenientes de determinados círculos académicos son exageradas y a veces infundadas, sobre todo cuando los mismos que critican piden luego colaboración y asesoramiento en esta materia para formar colecciones para instituciones públicas o para documentar sus propios trabajos científicos.

Es muy importante tener en cuenta que no existen muchos yacimientos dónde ir a buscar minerales (de hecho, cada vez hay menos) y que una vez allí suele ser difícil encontrar buenas muestras. Además de no olvidar que no siempre estos yacimientos se encuentran cerca de nuestros hogares y que a veces no es nada sencillo acceder a ellos debido, sobre todo, a la peligrosidad que conlleva el acceso a cualquier tipo de explotación minera. Sin duda alguna nos encontraremos, que si queremos disponer en nuestra colección de un buen ejemplar de cierto mineral, cuyo mejor yacimiento se encuentra en Brasil, la India, China o en África tendremos que adquirirlo a un comerciante de minerales profesional. Estos minerales pueden adquirirse por ejemplares individuales y en algunos casos el propio ejemplar incorpora su propio soporte con su nombre y yacimiento de procedencia, lo que otorga un aire aún más distinguido a nuestra colección. Por lo tanto, recomiendamos siempre buenas prácticas a la hora de buscar minerales:

- Respeto al ambiente natural en las actividades de búsqueda: Pleno respeto al ambiente ecológico, con la obligación de no causar daño ni a animales ni vegetales, devolviéndolo su aspecto original, en el caso de deterioro.

- Dejar el lugar, como si no hubiéramos pasado, sin dejar basura y/o residuos.

- Sentido común y no hacer locuras.

- Ir bien equipado, con comida y bebida.

- Respetar a las leyes y disposiciones vigentes en la materia en cada localidad.

- Respetar la propiedad ajena, evitando acarrear daños: Acceder a los lugares vallados, o bien con carteles de prohibición de acceso o de propiedad privada, solamente con la debida autorización, a pesar que la mayor parte de las veces obtengamos una negativa.

- La búsqueda y obtención de muestras, debe ser sencillamente con el objetivo científico y de hobby, por tanto, no lucrativo. La obtención de muestras no deberá tener un fin egoísta, limitándola a un número pequeño de piezas, dejando así la posibilidad a otros aficionados el poder obtenerlas en el futuro.

- Se ha de estar dispuesto a ofrecer la propia experiencia y conocimiento a los demás y divulgar, en la medida de lo posible, nuestro conocimiento.


¡LA SEGURIDAD ES LO PRIMERO! MINAS Y CANTERAS.

Antes de empezar a buscar, es obligado hacer una serie de recomendaciones de seguridad, para que la afición se realice dentro de unas ciertas normas, y resulte satisfactoria y segura.

- Antes de visitar una mina o cantera, estaría bien informarse y documentarse.

- Siempre que se entre a una mina, llevar la protección adecuada, en este caso casco y linterna. En canteras donde hay peligro de desprendimientos y maquinaria trabajando, es imprescindible llevar casco y ropa reflectante (Chaleco). No sirve cualquier tipo de casco lo ideal es que en el interior tenga correas que hacen que la cabeza no esté en contacto con el casco, es bueno que tenga correa de sujeción a la barbilla. Si no se tiene este casco, se puede usar uno de bicicleta, es mejor esto que nada, aunque no es el adecuado

- Si se decide ir a una mina o cantera, lo ideal es ir siempre acompañado, nunca solo y mínimo dos personas. Lo mejor es ir siempre con una persona que conozca el terreno. Tres es un buen numero (si le pasa algo a uno, uno de los compañeros se puede quedar auxiliándo y el tercero puede ir buscar ayuda). Un exceso de gente tampoco es recomendable.

- En el caso de minas, si van varios y no conocen la mina, lo ideal es que dos personas entren a explorar. Una vez hecha la inspección se puede informar a los compañeros, no se aconseja entrar todos a la vez.

- Siempre es importante informar a un familiar y/o un amigo, que se va ir a una mina o cantera, y sobre todo indicar exactamente dónde queda, además de informar aproximadamente la hora de regreso.

- Si se va con niños, no les digáis mentiras y no infundirles miedo, no inventarse historias, ni monstruos, ni fantasmas, etc. A los niños hay que explicarles las cosas e informarles sobre los posibles peligros, y sobre todo que vayan acompañados de alguno de sus padres o en su defecto con adulto responsable.

- Nunca hacerse el valiente y aplicar el sentido común. Si hay algo de lo que no se tiene seguridad o produce miedo, es mejor no hacerlo. Me refiero a superar obstáculos, pasar agujeros, escalar, etc. La inseguridad es una mala aliada, no permite la concentración y suele generar movimientos torpes.

- Es fundamental ser muy observador, ir despacio y mirando bien, no solo mirar hacia delante, hay que mirar arriba, abajo y a los laterales.

- En minas, para la iluminación, es ideal llevar linternas de repuesto, como mínimo una más. Sobre todo, porque si estamos adentro de la mina y la linterna que llevamos se nos daña o apaga, tendremos dificultades para salir, sobre todo si hay obstáculos. Es mejor no tener que depender de la luz del compañero.

- En minas, si en el trayecto hay pozos o agujeros en el lateral, es fundamental contarlos y saber dónde están, para tenerlos presentes a la hora de salir.

- Estaría bien llevar comida y bebida, en la mochila, así como el móvil bien cargado. Además, en minas es recomendable llevar también una vela y cerillas.

- Si hay algo que nos asuste, lo ideal es mantener la calma e intentar no gritar. Sé que es algo difícil, pero esto puede asustar algún compañero.

- Si se encuentran animales también hay que saber cómo actuar. (En minas, se suelen encontrar en el tramo de la entrada). Siempre, respetar a las especies que se encuentran, ya que somos nosotros quien invadimos su entorno. Jamás matar animales e insectos por deporte, solo y únicamente si es estrictamente necesario.

Inspección en la Mina del Consuelo, San Martín de la Vega, Madrid.

Y¿DÓNDE BUSCAR?

He aquí la gran cuestión. Por donde empezamos a buscar, sin que ello suponga una frustración tras otra y termine por desanimarnos y dejar la afición.

Desde nuestro humilde punto de vista, el inicio de la búsqueda se hace en bibliotecas, museos y en casa. Es decir, investigación.


INVESTIGACIÓN.
Como ya hemos mencionado, las bibliografías de geología son extensas y generalmente aburridas, pero en ocasiones, nos podemos encontrar la sorpresa de que detallan una zona o área, en la que se mencionan ciertas especies. Si es así, cotejar esta información con otras fuentes, para luego no llevarnos desagradables sorpresas.

También hemos hablado de los museos. En ellos, se puede obtener informaciones muy útiles sobre zonas en las que se pueden encontrar minerales. Incluso se mencionan poblaciones concretas o el nombre de la mina. Estas informaciones son muy fiables.

Y en casa, mediante Internet, bucear en infinidad de páginas web de geología, mineralogía, blogs de aficionados, webs de museos, o páginas de asociaciones y clubs aficionados a este tema. No debemos ni queremos dar nombres, pero recomendaríamos sobre todo, las páginas de museos y las de asociaciones locales, que suelen dar bastantes detalles de zonas interesantes. Incluso organizan salidas en grupos a esos lugares.

Otra interesante opción es la cartografía oficial nacional. En ella, se muestra actualizada la situación de canteras, minas u otras explotaciones, activas o en desuso, que junto con las páginas mencionadas anteriormente, nos pueden llevar a un buen término nuestra investigación.


OBSERVACIÓN.
Otra forma es la observación sistemática del entorno en las salidas al campo. Las formaciones rocosas, el color de la tierra, el tipo de vegetación, etc. son elementos que nos dan pistas de los posibles elementos que componen el suelo, y si se puede encontrar algo interesante para la colección.

Evidentemente, las montañas son puntos principales donde empezar a buscar. Pero no hay que hacerlo dando palos de ciego. Observar afloramientos de roca, y ver su composición, puede llevarnos a un filón.

También prestar atención a los restos de edificaciones en ruinas, pueden ser las construcciones de antiguas minas.


EXPLORACIÓN.
Tan simple y llanamente con la exploración de una zona o área. Esta forma consiste, tras la investigación y/o observación, en ir explorando un área concreta, intentando recolectar pruebas o indicios de qué están conformadas las rocas, y la observación de muestras aleatoria, con el objetivo de vislumbrar que minerales forman estas y que posibilidad de hallar piezas interesantes hay.

Una visita a un lugar durante las vacaciones, puede ser el inicio de un interesante yacimiento. Podemos echar un vistazo a los alrededores, y observar las formaciones rocosas, el origen de las rocas, sedimentaciones, etc. En algún caso, podemos hallar algo, que nos ayude, y organizar una futura salida.




5. MINERALES MÁS COMUNES

LOS MINERALES MÁS COMUNES EN ESPAÑA.

La geografía española atesora una enorme riqueza mineralógica patente en la cultura minera que, desde antes de la época romana, ya estaba presente en todo el territorio, sobre todo de metales y minerales salinos.

Son famosos los yacimientos de cinabrio de Almadén, cuya explotación minera se ha convertido en un centro de interpretación de la minería que permite el acceso a una sección de las galerías de la mina. La fluorita es otro de los minerales estrella, sobre todo si hablamos de la fluorita asturiana, muy apreciada por su color y brillo. También resuena en el ideario común la sierra minera de Cartagena y La Unión, una zona muy apreciada por el plomo argentífero, así como las piritas de Riotinto o Navajún, el cobre de Sierra Nevada o el Zinc de la provincia de Santander. Esta abundancia mineral permite que la pasión por los minerales cuente con un gran aliciente, la posibilidad de salir al campo en busca de muestras que alimenten las colecciones de los aficionados.

Pero revisemos de cerca algunos de los minerales más comunes de la geografía española:


CALCITA.
Los yacimientos de carbonato de calcio en España los encontramos repartidos por toda la geografía tanto de forma masiva no cristalina, como cristalizado, lo que determina sus distintas formas y usos: mármol, piedra de cal, jaspe, alabastro, etc.materiales destinados a la construcción, industria química... pero eso sí, aparte de sus muchas aplicaciones, la Calcita cristalizada es especialmente apreciada por los coleccionistas por la belleza de sus cristales que suelen acompañar o estar acompañados por otros minerales.


Calcita

FLUORITA.
Es un mineral muy común, que suele acompañar a otros minerales en forma de ganga o en las menas explotables. Los coleccionistas lo valoran sobre todo por su gran variedad de colores, tonos y matices, siendo España un país muy rico, no sólo en cantidad, sino en calidad de las piezas, un ejemplo de ellos son las Fuoritas asturianas, las cuales son apreciadas a nivel internacional y por ello bastante cotizadas.


Fluorita

ARAGONITO.
Es en el centro de la península donde se encuentran los mejores yacimientos de Aragonitos, un carbonato de calcio que aparece en los terrenos del Triásico acompañado en buena medida por yesos y cuarzos hematoideos. Fueron descritos por primera vez en la localidad de Molina de Aragón, en Guadalajara, de donde a tomado su nombre.


Aragonito Acicular

PIRITA.
La Pirita es especialmente abundante en España ya que puede formarse en ambientes muy diversos. Entre los principales yacimientos del mundo se encuentra la mina de Riotinto en Huelva, aunque a nivel de coleccionismo son muy apreciados los ejemplares del yacimiento de Navajún en La Rioja, ya que ofrece Piritas cúbicas casi perfectas.


Pirita

YESO.
España es quizá el país de Europa con mayor abundancia en yacimientos de Yeso, contando con dos especialmente destacados: la geoda de cristales de Yeso más grandes de Europa en Pulpí, Almería, y el yacimiento de Yeso selenítico o especularis de Segóbrica, en Cuenca. Son especialmente apreciados por los coleccionistas españoles los Yesos aragoneses de Fuentes del Ebro.


Rosa de Yeso

MARCASITA.
Proviene de una palabra árabe que, en la edad media, se aplicaba a la pirita ya que a menudo se confundían los dos minerales, hasta que al final Marcasita se designó al mineral de la misma composición que la Pirita, pero con estructura rómbica. En España puede encontrarse en la mayoría de las provincias. Se emplea en la fabricación de ácido sulfúrico.


Marcasita

BARITINA.
La Baritina, denominada por los mineros y aficionados a la mineralogía como Barita, la encontramos en yacimientos de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Aragón, Cataluña, Castilla, Andalucía… y así en prácticamente toda la geografía. Es habitual encontrarla acompañando a otros minerales y se suele utilizar en la industria del papel.


Baritina

MALAQUITA.
Pese a la abundancia de este carbonato de cobre, no son muchos los yacimientos que ofrecen buenos ejemplares cristalizados, ya que se suele presentar de forma masiva y terrosa. Es muy utilizado en joyería, en la fabricación de objetos ornamentales y en la pintura.


Malaquita

CUARZO.
Es un mineral muy común que se presenta en diversidad de formas y formaciones, apareciendo bellos cristales en geodas o superficie de granitos, gneis o viejos estratos arcaicos. Aunque también abundan en terrenos terciarios y secundarios como pueden ser los Cuarzos hematoideos, hialinos o amatistas.


Cuarzo


ENLACES Y BIBLIOGRAFÍA.

Instituto Geominero de España.

Mercadillo de Minerales y Fósiles de Madrid.

Foro de Mineralogía Formativa.

Grupo Mineralogista de Madrid

Grup Mineralògic Català

Grupo Mineralógico Mulhacén

Bocamina.es

Asociación Mineralógica Aragonito Azul.

Mineralogía Topográfica Ibérica.

Grupo Mineralógico de Alicante.

Speleominas.com.





Termina en la siguiente entrada, GUÍA PARA COLECCIONAR MINERALES (y III). Y también podeís consultar la primera parte GUÍA PARA COLECCIONAR MINERALES (I).





Esperamos que os haya gustado esta publicación. Si es así, no dudes en compartirla.

© Se permite reproducción total o parcial de este contenido, siempre y cuando se reconozca la fuente de información utilizada y se incluya el enlace a este artículo.

Equipo Xanur©2020.


GUÍA PARA COLECCIONAR MINERALES (I)



Tras publicar la entrada de la Pirita, nos dimos cuenta que, tal vez, tengamos lectores que son nuevos en este tema Mineralógico, por lo que hemos decidido hacer una guía básica sobre la busqueda e identificación de Minerales. Esperamos que sea de vuestra utilidad.



Esta es la lista de las secciones en las que está separada:


1. ¿COMO EMPEZAR?
2. BUSCAR INFORMACIÓN.
3. QUE SE NECESITA.
4. ¿DONDE Y COMO BUSCAR?
5. MINERALES MÁS COMUNES.
6. ¿COMO IDENTIFICAR?


1. ¿COMO EMPEZAR?

COLECCIÓN.

Antes de comenzar debemos definir que es una colección, ¿Cual es su significado? Los aficionados a ciertos temas pueden dedicarse a recopilar o "coleccionar", que consiste en recolectar o agrupar una serie de objetos relacionados a la afición.

Para tener una colección, cualquier persona debe tener una afición, que es el interés que una persona tiene sobre tema determinado, y que sobretodo lo hace por vocación propia.

La nuestra se basa en la mineralogía, ciencia que estudia y observa los ejemplares y estudiar sus características físicas, químicas y sus asociaciones con otros minerales. Estos son sustancias de estructura atómica característica, que poseen propiedades físicas y químicas genuinas.

Y comenzar una colección, puede resultar complicado, sobre todo en los inicios, aunque actualmente, es mucho más fácil, porque pueden encontrarse en diversas tiendas especializadas, museos e incluso adquirir minerales por Internet a vendedores repartidos por todo el mundo.

Tal vez el punto más importante de un coleccionista es definir el tipo de colección que se desea tener, por que pretender coleccionar todos los minerales, puede ser una tarea difícil, casi imposible, en cuanto a tiempo, recursos económicos y de búsqueda, ya que actualmente existen clasificados más de 5000 minerales distintos. Dentro del coleccionismo de minerales, existen tres tipos de colecciones importantes, adoptados por muchos aficionados alrededor del mundo.

Colección Sistemática


COLECCIÓN SISTEMÁTICA.
Esta colección es una de las importantes y valiosa desde el punto científico y es adoptado por mineralogistas expertos y profesionales. Estas muestras deben estar separadas por sus características cristaloquímicas basadas en la clasificación de Strunz (Ver sección “Como identificar”). Para esta colección se requiere clasificar bien los minerales, incluyendo fichas, numeración y una base de datos general de las muestras minerales que obtengamos, esto puede ser muy laborioso, pero le estaremos dando a nuestra colección de minerales, un gran valor científico.

Lo ideal es comenzar con uno o dos tipos de clases mineralógicas, para luego dar comienzo a otras, aunque también se sugiere la posibilidad de coleccionar varios tipos de muestras de cada clase, y así obtener una colección amplia y dinámica.


COLECCIÓN GEOGRÁFICA.
Esta colección se basa en la obtención de minerales de determinadas localidades o regiones geográficas, y que por lo tanto puede ser más fácil de conseguir, pero en este caso puede estar limitada por la variedad mineralógica de la región.

Aun así es menos laboriosa que la colección sistemática y puede resultar muy interesante para conocer más sobre la riqueza mineral de una región o localidad determinada, como ejemplo podemos citar la región de Minas Gerais, en Brasil, que posee una gran variedad mineralógica, o también se puede ajustar a una localidad cercana a nuestro hogar y que tengamos la posibilidad de obtener nuestras propias muestras minerales.


COLECCIÓN ESTÉTICA.
Es la colección más atractiva, pero también menos científica, ya que sus ejemplares deben ser de excelente calidad en cuanto a sus cristales, esto puede hacer que este tipo de colección sea muy cara y en algunos casos sus ejemplares pueden ser difíciles de conseguir.

Esta colección puede dar grandes satisfacciones, debido a la excelencia que deben presentar estos ejemplares como la perfección de sus cristales, el color, la pureza y las asociaciones con otros minerales, independientemente de su clase mineralógica. Además esta colección requiere cuidados que pueden llevar a gastos adicionales, como mantenerlo en muebles vitrinas y módulos que igualen la calidad de sus muestras.




2. BUSCAR INFORMACIÓN

PRIMEROS PASOS.

En los primeros pasos de nuestra colección de minerales, la búsqueda de información, para los profanos, se puede reducir a un par de museos y a bucear en gruesos y espesos libros de geología con escasas fotografías en blanco y negro. Hay que decir que si esto no fuera una afición apasionante para uno mismo, la seriedad con la que se presentan estos temas, puede desanimar a cualquiera. Pero a pesar de todo, la pasión puede más, y prosigue hacia adelante, en ocasiones, saltándose algunos pasos o elementos, poco o nada entendibles.

MUSEOS.

Como recomendación inicial, es altamente aconsejable realizar una visita a un museo de Geología. Actualmente, toda gran ciudad que se precie como tal, dispone de al menos un museo dedicado a esta rama Aquí, se puede observar piezas muy buenas, y que en muchas ocasiones, dan información adicional de su procedencia. Además, amplias explicaciones del uso que le daban nuestros antiguos a ese mineral, del porque del nombre, derivados que se obtienen, información química, etc.

En bastantes museos, incluso se organizan regularmente talleres, enfocados sobre todo a los más pequeños, para explicar de forma amena, el origen de las rocas, formación de cristales, identificación de minerales, etc. También es posible encontrar una pequeña tienda en los museos, y en ocasiones algún tipo de feria o mercadillo, en el que se puede adquirir casi todo tipo de piezas para casi todo tipo de bolsillos.


MERCADILLOS Y FERIAS.

Es una opción muy buena, localizar uno de estos mercados o ferias en los que se puede, además de comprar las típicas muestras en cajitas de 4x4cm, preguntar a los vendedores o también a otros compradores y aficionados, por yacimientos, tiendas, páginas web, etc. con el objeto de intercambiar información. En algunos de ellos, incluso se organizan intercambios entre aficionados. Todas estas opciones son muy buenas para ampliar conocimientos mutuos, con la añadidura de poder incrementar el número de muestras de nuestra colección.
Mercadillo de Minerales y Fósiles.

TIENDAS.

Son una minoría, en lo que se refiere a locales los comerciales de una ciudad. Pero muchas veces vale la pena acercarse, sobre todo si se busca algún mineral en concreto, alguna cristalización determinada, o que proceda de cierto lugar.

Dichos comerciantes, disponen de una red de contactos y proveedores, que les hace más sencillo que a uno mismo localizar lo que necesitamos. A pesar de que probablemente, esto suponga un incremento en el precio de la pieza. Pero hay que considerar cuanto nos costaría a nosotros mismos, en tiempo y dinero, desplazarnos a tal lugar, encontrar el mineral, si se tiene suerte, y volver a casa.


LIBROS Y GUÍAS.

Existe mucha bibliografía sobre este tema, y como se ha dicho anteriormente, mucha de ella farragosa e indescifrable para un profano. No quiero hacer publicidad de alguna editorial o escritos, ya que hay muchos en el mercado y muy buenos, por eso, lo que haremos son recomendaciones generales a la hora de comprar algún libro sobre minerales.

La primera recomendación es comprarlo en alguna librería profesional, en la que nos puedan asesorar y aclarar las dudas que podamos tener y que nos pueda dar un buen punto de partida, para conocer, reconocer, y saber por dónde empezar.

Otra recomendación sería que tenga un tamaño manejable para poder llevar al campo, es decir, de bolsillo. Y si dispone de una cubierta plástica que lo proteja de los roces y manchas, mucho mejor.

Otro punto importante es que las piezas que muestre, sea en fotografías, no en dibujos. Y recomendable que dicho libro o guía, tenga entre 400 y 600 especies, cubriendo las más comunes, suficiente para iniciarse. Y, por supuesto que no sea excesivamente caro. También existen guías en formato digital, algunas de ellas gratuitas, que se pueden llevar fácilmente en uns dispositivo móvil.

Nuestra Guía de Minerales

MÁS INFORMACIÓN.

El primer paso antes de ponerse en ruta, es la información. Hoy en día, con las nuevas tecnologías, es relativamente sencillo encontrar información al respecto. Pero lo primero de todo, es hacerse con un buen libro o guía de minerales. Como se ha mencionado anteriormente, hay muchos en el mercado, y no vamos a hacer publicidad, pero cualquier de ellos, nos dará un punto de partida.

Con respecto a internet, existen infinidad de páginas relacionadas. Nuerstra recomendación, es empezar por webs oficiales, que suelen, tener vínculos a grupos o colectividades aficionadas, y estas a su vez, a aficionados particulares.

Al respecto de las webs, es importante cotejar la información a través de diferentes fuentes, ya que, si confiamos ciegamente solo en una, se puede dar el caso, y de hecho se nos ha dado el caso, de ir a un lugar en concreto, a buscar una pieza, y no encontrar absolutamente nada, ya sea porque la información era muy antigua o simplemente por ser falsa.

Otro aspecto, es informarse usando la cartografía oficial, ya sea en papel o formato digital, ya que suele dar muchas y buenas pistas de la ubicación de yacimientos, minas o canteras donde poder hallar minerales.

Muchos libros suelen dar una información poco detallada y muy ambigua de las localizaciones, por lo que para este fin en concreto, son poco útiles.

Y no se ha de dejar de lado los museos y las páginas web de los mismos, que son buena fuente de información para futuras salidas.

Y por último, mencionar los mercadillos y exposiciones que se hacen regularmente, ya que ahí podemos hablar con mucha gente aficionada, preguntar dudas, comprar y cambiar piezas, y obtener también información en ocasiones muy valiosa.

Mapa Geológico de España y Portugal descargado de la web del IGME




3. QUE SE NECESITA

EQUIPO NECESARIO PARA LA BUSQUEDA.

Para las salidas al campo, en busca de minerales, un martillo de geólogo (1) y maza (2) son imprescindibles. Suele tener una empuñadura de madera, goma o plástico que amortigua el impacto, asegura una buena sujeción y permite unos golpes enérgicos.

Mientras que el martillo de geólogo es imprescindible para la búsqueda de fósiles, cuando vamos a buscar minerales es interesante contar con una buena maza de 1,5 o 2 kg, que nos permita golpear con energía los cinceles. Para partir grandes piezas o despejar frentes necesitaremos algo más contundente, un marro de 3 o 5 kg nos ayudará en esa tarea. A los mangos de las herramientas de mano, es aconsejable añadirles una cuerda a modo de fiador.

Hay la opción de llevar otro tipo de herramientas como pequeñas azadas, pala (3) o una pata de cabra. Ideales para mover tierra, bloques grandes o para separar fragmentos de roca de gran tamaño. No debemos olvidar que las mejores piezas aparecen en geodas a las que hay que llegar a base de sudor, esfuerzo y trabajo.

Cinceles (4). Los cinceles son imprescindibles para ayudarnos a partir la roca y ayudarnos a acceder a las vetas o geodas en las que crecen los minerales. También nos ayudarán a recortar los ejemplares que vayamos recolectando para que nuestras muestras de minerales tengan un tamaño adecuado y no nos llevemos a casa piezas con demasiada matriz.

Parte de Nuestro Equipo
Gafas protectoras (A): Ante todo, seguridad. Son imprescindibles para evitar que nuestros ojos puedan sufrir heridas al saltar esquirlas de roca cuando se trabaja con martillo y cincel.

Guantes resistentes (5): El trabajo recurrente con los martillos y cinceles, así como el arrastre sobre la tierra para ir despejando la zona en la que estamos trabajando puede dejarnos las manos hechas polvo, si no las protegemos con unos buenos guantes de trabajo.

Casco protector (6): Imprescindible si vamos a buscar minerales en el interior de minas, en cuyo caso el casco incluirá un frontal que ilumine nuestro camino. En el exterior, canteras, terreras, no es necesario, a excepción que nos vayamos a poner en una zona con riesgo de desprendimientos.

Material para registrar los ejemplares: A día de hoy esto es todavía más fácil con las nuevas tecnologías. Llevando un Smartphone podemos vincular la localización GPS a nuestras fotos, además, podemos consultar bases de datos para llevar a cabo la identificación in situ, o consultar nuestra propia colección. Pero si nos sigue gustando escribir a mano, el bloc de notas, lápiz, bolígrafo, resultará útiles para poder llevar a cabo una posterior identificación de los minerales y las características del entorno geológico

Lupa o triplete (9): imprescindible para ver e identificar minerales de pequeñas dimensiones, pero increíble belleza. Suelen ser los cristales más pequeños los que presentan una cristalografía más perfecta.

Cámara de fotos: compacta, réflex, Smartphone… cualquier tipo nos servirá para inmortalizar la salida de campo y tener un recuerdo de aquella salida en busca de minerales.

Material de envolver para llevar las piezas a casa: papel de periódico para piezas poco delicadas, papel suave o plástico de burbujas para piezas frágiles y bolsas transparentes con cierre o cajitas de plástico para pequeños hallazgos. A gusto de cada uno.

Mochila: La mayoría de las piedras son sensibles al transporte. Después de envolver bien las piezas, se han de colocar las más pesadas en la parte inferior de la mochila y cuidar que ninguna piedra empuje directamente a otra, para evitar estropearlas. Otra opcion son cajas de frutas plásticas.

Ropa adecuada y botas de montaña: Sobre todo, ropa cómoda. Si se visita una mina, es recomendable disponer de un mono de trabajo, ya que por norma general suele haber mucho polvo o barro y en caso de tener que arrastrarnos para acceder a alguna galería, no estropear la ropa de diario. En ocasiones, puede ser que haya agua en el interior de la mina, en cuyo caso serán necesarias unas buenas botas de agua.

Opcionalmente, se puede llevar un pequeño kit de prueba de dureza, un testigo métrico (8), mapas de la zona, brújula, un imán, una navaja suiza y linterna (7). Para la linterna, además pilas de repuesto.


¿Y EN CASA?

Además del material mencionado anteriormente para las salidas al campo, en casa podemos disponer de una serie de elementos, que usaremos para tratar el material recopilado en campo. Es el denominado material de gabinete. Esta es una serie de objetos que se suele usar:

Martillo y Cincel: Evidentemente se puede usar el mismo que tenemos para salidas. Pero a veces conviene tener uno más pequeño, para “limpiar” la roca matriz y dejar lo más visible posible el cristal del mineral.

Pinceles: Muy convenientes para ir limpiando de restos de roca y polvo, mientras trabajamos.

Multi-herramienta: Sin entrar en marcas, vale la pena, según para que trabajos, usar este tipo de herramientas, pequeñas pero potentes, con discos abrasivos, para cortar, separar, o incluso pulir las piezas. Al menos se debería disponer de discos de Carburo de Silicio y de Diamante.

Kit prueba de dureza: Imprescindible para determinar la dureza de los minerales, según la escama Mohs (Ver sección “Como identificar”). Existen kits en el mercado, que suelen ser caros, pero nos podemos hacer un pequeño kit con un trozo de cobre, de cristal, de acero, cuarzo y nuestra propia uña. Con ellos tenemos un amplio rango de las durezas más comunes, para identificar minerales.

Kit de prueba de Dureza Mohs Comercial
Trozo de cerámica blanca no esmaltada: Es un elemento muy útil para realizar la prueba del color de la raya que deja cada muestra de mineral.

Ácidos: Es útil tener algún ácido común para saber la solubilidad en estos de una mineral. Algunos no son solubles y otros si, provocando efervescencias en la superficie de la muestra, ayudando a la identificación. Es posible también limpiar matrices de rocas solubles, y dejar cristales insolubles a la vista. Al menos recomendaría tener un botecito de cristal con cuentagotas, con ácido clorhídrico (HCl), también llamado agua fuerte o salfumán, fácilmente adquirible en droguerías.

Testigo métrico: Si se requiere sacar fotografías de las muestras, es muy útil disponer de uno, para poder determinar el tamaño de estas, al usar posteriormente las imágenes. Se puede comprar uno, o bien hacerlo con papel y plastificarlo. Y además de determinar el tamaño, también puede ser útil para hacer un balance de blanco, en retoques fotográficos posteriores.

Ejemplo de Testigo Métrico


Luz ultravioleta: Comprar una pequeña linterna de luz ultravioleta, puede resultar útil para descartar identificaciones de muestras, ya que ciertos minerales reaccionan a esta luz, además de ser una prueba muy vistosa.

Lupa: Otro elemento opcional, pero útil a la hora de realizar una observación minuciosa de los cristales, si son muy pequeños. También podemos usar la que llevamos a campo.

Lupa de Geólogo
Imán: Es un elemento, que facilita la identificación de muestras de composición férrica.

Microscopio: Este si es muy opcional, y se ha de saber utilizar dentro de este ámbito. Además suele ser un equipo caro. Resulta útil para la observación de muestras, y determinar estructuras y formaciones, mediante procesos químicos.


ENLACES Y BIBLIOGRAFÍA.

Instituto Geominero de España.

Mercadillo de Minerales y Fósiles de Madrid.

Foro de Mineralogía Formativa.

Grupo Mineralogista de Madrid

Grup Mineralògic Català

Grupo Mineralógico Mulhacén

Bocamina.es

Asociación Mineralógica Aragonito Azul.

Mineralogía Topográfica Ibérica.

Grupo Mineralógico de Alicante.

Speleominas.com.





Continua en la siguiente entrada, GUÍA PARA COLECCIONAR MINERALES (II).





Esperamos que os haya gustado esta publicación. Si es así, no dudes en compartirla.

© Se permite reproducción total o parcial de este contenido, siempre y cuando se reconozca la fuente de información utilizada y se incluya el enlace a este artículo.

Equipo Xanur©2020.