INTRODUCCIÓN:
Muchas veces, en nuestras macetas, jardineras o jardines de ciudad, vemos
que las plantas no se desarrollan adecuadamente, a pesar del riego regular
que les proporcionamos.
Es entonces cuando vamos a la tienda y compramos abonos o fertilizantes,
muchas veces genéricos, para intentar recuperarlas. Y es cuando a veces se
acierta, y otras muchas los resultados nos decepcionan.
Esta ocasión, os enseñaremos un fertilizante ecológico, orgánico y
reciclado, con elementos que normalmente desechamos a la basura.
POSOS DEL CAFÉ:
En primer lugar, vamos a recuperar los posos del café.
Los posos del café aportan Nitrógeno y convierten la tierra en
ligeramente ácida. Es precisamente para cultivos que requieren
cierta acidez, es una manera ecológica y sostenible de modificar el
pH del mismo. Los posos, al descomponerse, liberan también
nitrógeno. Plantas como tomateras, pimientos, rosas y hortensias,
agradecerán este aporte extra.
Para aplicarlo solo, dejaremos secar los posos y los añadiremos
directamente al suelo removiendo y mezclándolo con la tierra, que
además, ayudarán a que el suelo sea más esponjoso.
CÁSCARAS DE PLÁTANO:
Un siguiente elemento que vamos a recuperar son las peladuras o cáscaras de
Plátano.
El potasio es un elemento químico muy necesario para todas las plantas
en crecimiento y desarrollo de sus frutos. También contribuye a la
floración y a la maduración de los troncos leñosos y al fortalecimiento
de los tejidos.
Para su aplicación en solitario, se puede cortar en pedazos pequeños y
se agregan directamente al suelo. Cuanto más pequeños sean, más rápido
se degradará. En el caso de un huerto o jardín más amplio y abierto, la
cáscara de plátano puede atraer a lombrices, mejorando la
tierra.
CÁSCARAS DE HUEVO:
Y nuestro último componente a reciclar es la cáscara de huevo.
Obviamente, las cáscaras de huevo son una excelente fuente de calcio,
y aportan a nuestro suelo precisamente esto.
El calcio es un nutriente esencial para las plantas, aumentando la
absorción de agua y nutrientes, y la transpiración de nuestras
plantas.
Las cascaras de huevo se deben lavar y secar al sol. Una vez secas, se
trituran y se aplican directamente en la tierra.
Además, mejoran el drenaje de la tierra, e incluso pueden ser un
elemento disuasivo para los caracoles y babosas, si tan solo se
machaca y se esparce por el suelo.
FERTILIZANTE:
Las cantidades pueden variar, según las necesidades de cada suelo y/o
planta, pero podéis empezar probando con los posos de un café, un par de
cascaras de plátano y, de dos a cuatro cascaras de huevo, e ir
comprobando en la planta su resultado.
Todo junto y bien mezclado, se puede aplicar directamente, y
removerlo junto a la tierra. O bien añadirlo al agua de la
regadera, y regar nuestras plantas.
Usando estos residuos orgánicos, no solamente estarás produciendo un
abono orgánico rico en nutrientes para tus plantas, sino que estarás
reciclando tus residuos de manera inteligente.
Normalmente los fertilizantes orgánicos hay que aplicarlos una vez a la
semana en primavera o verano. Si te encuentras en la estación de otoño o
invierno, lo más recomendable es que alargar los tiempos y aplicarlo una
vez cada dos semanas.
Veréis como vuestras plantas os lo agradecerán.
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© Se permite reproducción total o parcial de este contenido, siempre y cuando se reconozca la fuente de información utilizada y se incluya el enlace a este artículo.
Equipo Xanur©2022.
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