24 feb 2022

ABONO ORGÁNICO


INTRODUCCIÓN:

Muchas veces, en nuestras macetas, jardineras o jardines de ciudad, vemos que las plantas no se desarrollan adecuadamente, a pesar del riego regular que les proporcionamos.
Es entonces cuando vamos a la tienda y compramos abonos o fertilizantes, muchas veces genéricos, para intentar recuperarlas. Y es cuando a veces se acierta, y otras muchas los resultados nos decepcionan.
Esta ocasión, os enseñaremos un fertilizante ecológico, orgánico y reciclado, con elementos que normalmente desechamos a la basura.




POSOS DEL CAFÉ:

En primer lugar, vamos a recuperar los posos del café.
Los posos del café aportan Nitrógeno y convierten la tierra en ligeramente ácida. Es precisamente para cultivos que requieren cierta acidez, es una manera ecológica y sostenible de modificar el pH del mismo. Los posos, al descomponerse, liberan también nitrógeno. Plantas como tomateras, pimientos, rosas y hortensias, agradecerán este aporte extra.
Para aplicarlo solo, dejaremos secar los posos y los añadiremos directamente al suelo removiendo y mezclándolo con la tierra, que además, ayudarán a que el suelo sea más esponjoso.




CÁSCARAS DE PLÁTANO:

Un siguiente elemento que vamos a recuperar son las peladuras o cáscaras de Plátano.
El potasio es un elemento químico muy necesario para todas las plantas en crecimiento y desarrollo de sus frutos. También contribuye a la floración y a la maduración de los troncos leñosos y al fortalecimiento de los tejidos. 
Para su aplicación en solitario, se puede cortar en pedazos pequeños y se agregan directamente al suelo. Cuanto más pequeños sean, más rápido se degradará. En el caso de un huerto o jardín más amplio y abierto, la cáscara de plátano puede atraer a lombrices, mejorando la tierra. 



También se pueden dejar secar, lavándolas y deshidratándolas, y luego, triturarlas. El polvo se puede añadir al agua de regar, o espolvorear sobre el suelo.




CÁSCARAS DE HUEVO:

Y nuestro último componente a reciclar es la cáscara de huevo.
Obviamente, las cáscaras de huevo son una excelente fuente de calcio, y aportan a nuestro suelo precisamente esto. 



El calcio es un nutriente esencial para las plantas, aumentando la absorción de agua y nutrientes, y la transpiración de nuestras plantas.
Las cascaras de huevo se deben lavar y secar al sol. Una vez secas, se trituran y se aplican directamente en la tierra. 
Además, mejoran el drenaje de la tierra, e incluso pueden ser un elemento disuasivo para los caracoles y babosas, si tan solo se machaca y se esparce por el suelo.





FERTILIZANTE:

Por último, podéis hacer vuestra composición de abono, combinando los tres elementos. Se mezclan los posos de café, junto con las cascaras de varios plátanos secas y pulverizadas, y por último, las cascaras de varios huevos, también limpios, secos y pulverizados.



Las cantidades pueden variar, según las necesidades de cada suelo y/o planta, pero podéis empezar probando con los posos de un café, un par de cascaras de plátano y, de dos a cuatro cascaras de huevo, e ir comprobando en la planta su resultado.
Todo junto y bien mezclado, se puede aplicar directamente, y removerlo junto a la tierra. O bien añadirlo al agua de la regadera, y regar nuestras plantas. 

Usando estos residuos orgánicos, no solamente estarás produciendo un abono orgánico rico en nutrientes para tus plantas, sino que estarás reciclando tus residuos de manera inteligente.


Normalmente los fertilizantes orgánicos hay que aplicarlos una vez a la semana en primavera o verano. Si te encuentras en la estación de otoño o invierno, lo más recomendable es que alargar los tiempos y aplicarlo una vez cada dos semanas. 
Veréis como vuestras plantas os lo agradecerán.





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